
Hernia abdominal
Una hernia abdominal se refiere a la protrusión o salida de un órgano o tejido a través de una debilidad o defecto en la pared del abdomen. Aunque las hernias no siempre son inmediatamente peligrosas, pueden causar dolor y complicaciones si no se tratan adecuadamente.

Una hernia abdominal puede ser causada por presión aumentada en el abdomen, que puede ser causada por levantar objetos pesados, tos persistente, diarrea o estreñimiento y obesidad. En algunos casos, existe ya una debilidad congénita en la pared abdominal. Ciertas cirugías anteriores, también pueden causar el desarrollo de una hernia, al igual que el embarazo, en el caso de las mujeres, debido a la presión adicional en el abdomen.
El síntoma más evidente de una hernia abdominal es un bulto o protuberancia en la región afectada. Además, puede haber:
Dolor o molestia en la zona, especialmente al levantar objetos pesados.
Sensación de pesadez o ardor en la zona afectada.
En caso de estrangulación, dolor intenso, náuseas, vómitos y ausencia de evacuaciones.
El tratamiento varía según el tipo y la gravedad de la hernia:
Observación: Si la hernia es pequeña y no causa molestias, el médico podría recomendar simplemente observarla y asegurarse de que no aumente de tamaño o cause complicaciones.
Uso de una faja o cinturón herniario: Puede ayudar a mantener la hernia en su lugar, pero no curar la afección ni prevenir su progresión.
Cirugía: Es la única forma de curar completamente una hernia. La decisión de operar depende del tamaño de la hernia, de los síntomas que produce y de la salud general del paciente. La cirugía puede ser abierta o laparoscópica.
Las hernias abdominales son afecciones comunes que pueden variar desde benignas y sin síntomas hasta graves y potencialmente mortales. Es esencial que cualquier persona que sospeche que tiene una hernia busque atención médica para determinar el curso adecuado de acción.
La prevención de una hernia abdominal implica reducir los factores de riesgo y fortalecer la pared abdominal. Aunque no todas las hernias pueden prevenirse, especialmente las que tienen un componente congénito, se pueden tomar medidas para minimizar el riesgo, como no realizar esfuerzos, evitar el estreñimiento con una dieta alta en fibra, así como beber abundante agua y mantener un peso saludable.